Coyote Pachecon, incluso mi profe de Yoga Manuel Medina, estaban interesados junto con otros pocos de hacer una Ecoaldea Solar, Coyote Ramos sugería un lugar cercano para empezar, donde te pudieras ir en la bici unos 20 kilómetros para llegar desde la ciudad.
Hoy lo pensaba en voz alta con Raham
-El Coyote Pachecon quiere su Ecoaldea aquí al lado de la presa, por el cerro del Picacho-dije a Raham riendo-creo que hay que decirle, si hombre ya no estés dando lata.
Raham rio.
-Si para que ya deje de pedirla. Concedido ya pa que se ponga feliz.
¿La magia funciona?, seguro, la de los Magos sí, porque siguen principios de Leyes superiores de las que carece de conocimiento el homo sapiens plácido en sus cuatro neurocircuitos del lado izquierdo del cerebro.
Hoy decidí reiniciar mi training en el Picacho, yéndome en el camión y luego la combi para subir la montañita en busca de prana y “ver” en qué nivel andaba mi Tonal.
Soy de climas verdaceos majestuosos, sé que hay lugares hermosos hacia la sierra y cada sierra tiene sus encantos y sus diferencias. Pero su naturaleza, su silencio, su lejanía de las ciudades es lo que más me gusta, no la cercanía, uno ha de penetrar profundamente en la Naturaleza salvaje muchas veces, y aun así te sientes un bebé ante las maravillas del Mundo Natural, salvaje, el contacto pleno con el Espíritu.
Un día Yaqui y yo fuimos a caminar, llegamos en mi coche a un pueblito y subimos cuesta arriba un rato como hora y media. Nos paramos a realizar pocos pases mágicos, y Luego nos quedamos en silencio. Yaqui contemplaba en silencio el ocaso, hasta que finalmente hablo.
-Pues aquí tienes para entretenerte nomás en este lugar mínimo unos diez años
-Llevo 7-dije riendo-y aun me falta recorrerlo un chingo si, como diez años y no termina, y eso nomás aquí faltan más lugares más arriba, esta es nomás la orillita.
El Amor a caminar nunca lo pierdo, es por eso que hoy me fui a caminar al cerro el Curandero. Una recarga de poder le decimos por el barrio de los guerreros NeoCaxcan.
-Oye Indio R-me dice Halcón Rojo antes de irme al Cerro el Curandero. Tengo una frase, algunas ocasiones el Maestro se vuelve el Aprendiz, y el Aprendiz se vuelve el Maestro.
-Excelente frase-le digo-la escribire
-Bien, es como tu y yo, a veces tu me enseñabas pero ahora yo te enseño así del Tarot, ¿entiendes?
-Claro que entiendo-respondí-claro que me enseñas y mucho.
Llegue a la montaña por la tarde, ya india Totonaca me había aburrido de tanto decirme sus records de caminar, creo que no entendía eso de, cuando lo presumes el ego se lleva tu esfuerzo. Si yo sé que quería compartirme las horas que caminaba emocionada, yo le decía que mejor escribiera un libro y así leería yo…me contaba que hasta llegaba a ver grecas indígenas en la montaña y se daba cuenta cuán configuradota la dejo la Matrix.
Bueno, como todos cuando empezamos a caminar, yo hasta libros hacia de eso, por desgracia no los cobre, ja, de lo contrario se hubieran vendido bien. En Tijuana un compa los imprimía y los vendía, yo me reía, el si era listo, la necesidad te hace inteligente ¿te imaginas que ese de Tijuas le pasara todos mis libros pa que siguiera actualizando y vendiendo y alivianándose'? ¿crees que tendría yo envidia?...jajaja.
Osho le redactaron 700 libros y pasaditos, quiero ver cuantos podemos hacer aquí humildemente desde el barrio nomás por juego, no son competencias, pero puedo realizar un libro cada semana, cada quince días, dos por mes o tres. Es la energía pues la que me da todo, la montaña, la vida cotidiana, la gente común, los niños lucidum. Quiero saber hasta donde puedo escribir, hasta donde puedo sentirme satisfecho, porque apenas me siento como un niño que empieza a escribir y le faltan muchísimos libros por tridimensionalizar, soy como una fuente que nunca se le acaban las ideas para hacer mas y mas libros.
Subí el cerro del Curandero y observaba el lugar detenidamente, la ventaja de tener nuestro propio lugarcito,
Raham baba…ajjaja…cuando Hermes lo vio materializar piedritas como los curanderos chamanicos, dijo:
-No mames aquí tienes un Sai Baba, Sai Baba hizo cuatro ciudades he, ayudo mucho.
-No me había dado cuenta que tenía un Sai Baba de vecino-dije a Hermes riendo-el problema es que quiera hacer ciudades.
Raham lo que tenía es que si te decía se hace una Ecoaldea aquí, se hacía, como que su deseo lo podía canalizar rápido hacia lo físico, eso era tener energía no mamadas...¿y porque no varias ecoaldeas en varios lugares?. Oh fácil Raham quería que trabajaran más. Le gustaba ese lema del yoga de:
-Sin dolor no hay ganancia.
Vieras tu como duele ser pendejo. Ya es ganancia el darte cuenta de ello.
Con todo, observaba yo después de los pases brujos que hice y podía ver la energía del lugar y no era mala idea la de Coyote Ramos, bueno, ¿pa que ser envidiosos? Total una pequeña ecoaldea de nivel 1 pa que Coyote Pachecón pudiera salir corriendo de la ciudad y quedarse allí junto con algunos que andaban por allí, no les haría daño, había observado ya que el Coyote Ramos los tenía estudiando a todos Tarot, menos Chuyin el vidente, ese no se dejaba, decía que no lo necesitaba, Raham nomás se reía cuando me oía decir eso que Chuyin decía.
-Tal vez no lo necesite-dije a Raham hoy por la mañana-pero si supiera usar este Tarot llegaría a miles y es un pendejo en este sentido, porque en el fondo es lo que quiere, poder ayudar a chingo de gente, pero pos, ni como convencerlo de pintar las cartitas.
Baje a toda velocidad por el cerro el curandero, no a la velocidad que siempre bajo, poquito más suave, me auto califique como bien, no muy bien, ni excelente, pero bien, llegue a buen paso hasta donde se paraba el camión a las orillas de Tercer Anillo, pasaba segunda anillo, después bajar a primera anillo, entrar a primer anillo, ja parece libro verdad?, es que la ciudad realmente así se llaman sus avenidas, primer anillo, segundo anillo, tercer anillo, y pasando tercer anillo sales disparado a la montaña.
Observaba el ocaso en silencio, al finalizar llegue hasta el camión que paso a los cinco minutos y llegue a mi casa rápido, pase por la fábrica de alimentos para pollos y fue horrendo.
-Guacala pobre gente que se come los pollos. Pobres pollos que tragan esa porquería.-pensé
Me bañe con agua súper fresca, me sentía recargado, Coyote Ramos me había dicho que por mis escritos y vídeos que grabe y subí a Joel el vidente que rozo el circuito 8 muy arriba y necesitaba que lo dimensionara más, le llamamos Aterrizar, ya que estaba en proceso, ja. Que aún le faltaban un chingo de cosas.
Yo tome nota mental de eso y dije:
-Bueno era pa motivarlo chingao, tu no captas la onda pues, tu fuiste el que me dijiste que subió al 8.
-Pues sí pero no nomás es subir. Aún le falta de a madre.
Pos ya lo sé…obvio…carcajada.
El profesor Tassin en 1930 andaba en la Universidad de Columbia en New York dando conferencias de Tarot. 1930…no mames en una Universidad prestigiosa en New York, y los changos acá no entendíamos ni J del juego del Tarot y porque usar el juego del Tarot, estábamos unos siglos atrás respecto a los que jugaban ya Tarot en las Universidades desde antaño.
Bueno no tendremos universidades para este Tarot, pero al menos una cabaña cerquita de la montaña, de seguro eso es algo más factible y justo, bueno, útil y beneficioso para los que lo necesitan, yo solo voy viendo, si así son felices con una pequeña cabaña ¿quién soy yo para oponerme?
Recuerdo que baje del cerro y cheque el cronometro. Pues bien, ni antes ni después, claro le pude meter súper turbo pero iba más de relax, apenas calentando, los jóvenes siempre van a la prisa corre y corre, no quieren que ni los alcancen, yo me relajo, fluyo, voy calentando, más suave, hay que empezar suave, al cabo faltan algunas décadas más todavía, suave, silencioso, falta mucho caminar, muchísimo andar, muchísimas montañas, no tienes idea, así que solo esto es el calentamiento.
Voy por mi chocolate de leche de soya
Suficiente por hoy
Pd: Coyote Pachecon tanto trae sus tenis New Balance que compre unos pa “calarlos” pero no sé, si los sentí cómodos pero no tanto, no son de mi gusto, tendre que seguir con mis tenis brasileños, son más cómodos para mí pie, en gusto se rompen géneros diríamos por allí.